Si adoptamos la perspectiva de que Marruecos está utilizando esta táctica de liberar a miles de presos, algunos con antecedentes penales graves, como una forma de atacar la estabilidad de España y, en consecuencia, la "españolidad", podríamos interpretar esta acción como una herramienta dentro de una estrategia de presión y desestabilización.
Tácticas en el marco de la guerra híbrida
Dentro del concepto de guerra híbrida, Marruecos podría estar utilizando varias tácticas combinadas:
1. Presión Migratoria Intencional: La liberación masiva de presos que luego terminan en España puede verse como una forma de inundar el país con personas que podrían representar un desafío para la seguridad, generando tensiones sociales y políticas. Esto podría ser visto como una estrategia para sobrecargar los sistemas de justicia, seguridad y bienestar social en España.
2. Desestabilización Interna: Al facilitar la entrada de individuos con antecedentes penales graves en España, se podría estar fomentando indirectamente la inseguridad y el aumento de la criminalidad, lo que podría generar un clima de inestabilidad y descontento social, erosionando la confianza en las instituciones del Estado.
3. Desgaste Económico y Social: La llegada masiva de estas personas podría aumentar la presión sobre los recursos públicos, provocando un desgaste en los servicios sociales, el sistema de justicia y la seguridad pública, lo que a largo plazo podría debilitar la cohesión social y la estabilidad económica.
4. Ataque a la Identidad Nacional: Si estas acciones tienen como objetivo diluir o cuestionar la identidad nacional española (la "españolidad"), podrían estar destinadas a exacerbar divisiones internas o conflictos sociales, socavando la unidad y la identidad cultural del país. Esto podría alinearse con una agenda más amplia que busca debilitar la influencia y el control de España sobre sus territorios y su población.
La “españolidad” como objetivo
Desde esta perspectiva, Marruecos podría estar buscando erosionar la cohesión nacional y la capacidad de España para mantener su integridad territorial y cultural. Esto podría ser especialmente relevante en contextos como el de Ceuta y Melilla, donde la soberanía española es un tema delicado y la presencia marroquí se percibe como una presión constante.
Además, la entrada de estos individuos podría ser vista como una forma de sembrar discordia o generar crisis dentro de España, en un intento de debilitar el tejido social y las instituciones que sostienen la identidad nacional. En este contexto, cualquier aumento en la criminalidad, la inseguridad o la tensión social podría interpretarse como un ataque indirecto a la "españolidad", con el objetivo de desgastar la capacidad del Estado español para proteger y promover su identidad y soberanía.
Conclusión
Interpretar la liberación masiva de presos en Marruecos como parte de una táctica agresiva para atacar la españolidad se alinea con la teoría de la guerra híbrida, donde se utilizan medios no convencionales para debilitar a un adversario. Este enfoque resalta la importancia de considerar no solo los movimientos diplomáticos y militares tradicionales, sino también las estrategias que operan en las sombras, afectando a la seguridad interna y la cohesión social de un país.
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